27 de noviembre de 2013

VIAJE A BILBAO (NATALIA LOPEZ GUILLÉN: 1º ESO)

La alumna Natalia  López  Guillén de 1º de ESO nos muestra sus habilidades literarias a través de ese precioso "Viaje a Bilbao". Espero que lo disfrutéis y os animéis todos a narrar vuestros sueños y aventuras.



Todo este viaje lleno de sorpresas comenzó el 25 de Agosto del  2013.


Mi hermana Noelia me iba a llevar de viaje, el problema es que no sabía a dónde.

Ese día tuve que madrugar mucho ya que tenía que realizar un concurso de pintura antes de marcharnos.

Una vez terminado el concurso salimos de Autol con el coche de mi hermana a Arnedo. Cuando llegamos fuimos a casa de Nazar, el novio de mi hermana, y él nos acompañó a la parada de autobuses. Allí nos tomamos unos refrescos antes de que llegara el autobús, cuando llegó ya eran las cuatro. Nos subimos al vehículo y en ese momento fue cuando descubrí que íbamos a Logroño, pero algo me decía que ese no era nuestro destino final. Fue entonces cuando le pregunté a mi hermana:

-Tata, ¿a dónde vamos? Sé que Logroño no va a ser nuestro destino final.

-Tranquila, ya veras la sorpresa cuando lleguemos- me dijo mi hermana en un intento de aplacar mi curiosidad.

-Ah - suspiré -  vale, ya no te pregunto más veces.

A los cinco minutos se lo volví a preguntar.

Hay que entenderlo, no es lo mismo que te den un regalo a que te lleven a un lugar sin saber cuál es.

Pasó el rato, y hacia las cinco llegamos a Logroño. Entonces mi hermana me dijo que teníamos que ir a casa de su amiga Lois.

Después de dar diez mil vueltas encontramos su casa. Mientras tanto mi curiosidad iba aumentando.

Cuando terminamos Lois y mi hermana de maquillarse de nuevo salimos de su casa en busca de una amiga de Lois llamada Verónica. Nos montamos en el coche de Lois y fue entonces cuando mi hermana me tapó los ojos con un pañuelo para que no viera los carteles de la autopista. Cada poco rato le preguntaba a mi hermana a dónde íbamos y cuál era la sorpresa. Ella me respondía con una cosa diferente cada vez y de esta manera, hacía que mi cabeza diera vueltas.

Luego, después de dos horas y media de viaje, me destaparon los ojos, y fue entonces, cuando vi un magnífico cartel donde ponía “Bilbao”. En ese momento me entró en el cuerpo una sensación de sorpresa, asombro y desconcierto.

Lois y Verónica nos dejaron en el metro, donde nos esperaba Cristina, otra amiga de mi hermana. Ella nos llevó hasta su casa y nos dijo que íbamos a quedarnos a dormir allí. 

Ya eran las nueve de la noche y le dije a mi hermana:

-A ver tata, son las nueve y que yo sepa a estas horas está todo cerrado y dudo mucho que vayamos al campo y lo único que se me ocurre es que sea un concierto, que lo dudo mucho, y ya sabes que solo me haría ilusión si fuera de Fangoria y Las Nancys Rubias. 

-Puede – dijo mi hermana con tono irónico.


-Lo dudo por el tono que lo has dicho.

-Hay hoy un concierto de Auryn- dijo Cristina.

Rápidamente puse cara de asco, Cristina se rió ya que lo normal sería que preferiría ver aquellos chavales en vez de Alaska y Mario.

Después de un rato bajamos a cenar al cuarto de Cristina y de sus amigos y allí fue cuando se descubrió la sorpresa ya que se le escapó a un amigo suyo. Él dijo:

-¿Estáis preparados para ver a Alaska y Mario?- en ese momento se me iluminó la cara, empecé a dar saltos por toda la estancia y a gritar que mi hermana era la mejor.

Mientras cenábamos no paraba e mirar el reloj ya que el concierto era a las once y media. Creo que nunca había cenado tan rápido.

Y por fin llegó el esperado momento, el momento de ver a Fangoria y las Nancys Rubias.

Cuando llegué, la alegría me llenó todo el cuerpo y empecé a dar saltos. Estábamos en una enorme plaza al lado del Guggenheim. Tenía una panorámica del concierto increíble. Se veía todo, había miles de personas que se movían como olas, por los extremos había carpas pequeñas blancas donde servían bebidas, el escenario era enorme, con un techo blanco y lleno de focos de colores. Y, de repente aparecieron Las Nancys Rubias, es decir, Mario, Juanpe, La Favor y Marta.

Estuve todo el rato bailando y cantando sus canciones sobretodo cuando sonaron “Peluquitas” y “Me encanta” fue entonces cuando el público enloqueció.

Luego, cuando se fueron Las Nancys aparecieron Fangoria. Ahí si que empezó el concierto de verdad. 

Por desgracia no me pude quedar hasta el final del concierto.

Al día siguiente nos preparamos rápido para volver otra vez a Autol con muchos recuerdos de aquella experiencia.

Ahora, toca recordar esos momentos.

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